TRONAR DE TAMBORES >
Sentarse a ver esta presentación fue como ir una tarde al museo. Uno ingresa con cierta expectativa de deslumbrarse con obras particulares, y Tronar sobresale en ese aspecto. Tiene los mejores cuadros lubolos del año. Vistosos, cuidados, bien terminados. Un laburo excepcional en cada canción donde la banda suena muy bien (por momentos demasiado fuerte) y un sólido coro que hace de back up a unas buenas voces individuales, que si bien no son los mejores de la categoría, están a la altura de la exigencia.
La cuestión es que en este museo, como en la mayoría de ellos, no hay una continuidad definida. Las paredes entre cuadro y cuadro no armonizan, no hay un ambientador o un guía convincente que nos conduzca por un camino con alguna explicación del por qué esas obras, en qué momento el artista las concibió, por qué son pertinentes de un digno paseo...
Sofisticado, fino, candombero, tradicional. Un espectáculo con un montón de virtudes que es huérfano de una idea original que lo sustente y lo justifique. Algo que en el avance que vienen teniendo las comparsas en los últimos años los coloca un escalón debajo.
LA LEYENDA y LA GRAN SIETE >
Sólo las pude ver en partes a cada una, así que omito opinión completa.
La impresión por lo que ví es que La Leyenda mejoró sustancialmente su desempeño y por momentos la veo compitiendo tranquilamente para estar entre las 10 mejores. En otros pasajes no me convencen, por lo tanto es una gran interrogante si tendrán tercera rueda.
LG7 no cantó bien, varias imperfecciones en la actuación y un texto con pasajes demasiado descolgados de lo "absurdamente permitido". Es verdad que es transgresora por momentos, pero esa calificación tiene que venir acompañada de calidad, sino se desmaya en un intento. No creo que la volvamos a ver en esta edición.
ZÍNGAROS >
Tener una hinchada como la que tiene este conjunto es un alivio y una gran ventaja. Uno como espectador sufre con los actores de la mayoría de los conjuntos, cuando los ve tratando de levantar un mal chiste, llevándolo al máximo en la interpretación para que al menos tenga un simpático gesto cómplice de la tribuna (que no llega a ser risa). Pero estos parodistas tienen licencia para decir los disparates que quieran y continuar con la entereza emocional intacta, ya que su público les festeja absolutamente todos sus gestos, movimientos, salidas a escena y hasta desafinaciones. Habría que verlos en el Velódromo también, a ver si sus componentes pueden mantener esa postura implacable en el escenario y no se desplome todo ante la cero o negativa reacción del público.
Pero dejando de lado eso, y observando sustancialmente la propuesta, el resultado final es "más de lo mismo". Buscar una película, personaje u obra que incluya alguna deficiencia motriz del protagonista y hacer el tan gastado ejercicio de ver al desgraciado luchar contra la adversidad hasta vencer. No se condice con la realidad del conjunto, que no ha tenido que pelearla para nada en los últimos años, que salvo alguna excepción le han obsequiado los primeros premios.
Aún así y todo, los rubros por separado están muy bien defendidos. Este año se destaca el trabajo coreográfico que es el mejor de la categoría. El rendimiento de los bailarines es brillante y se merece estén entre los elegidos como mejor cuerpo de baile. Las voces de Lorena y El Canario son fundamentales y también los deja empatados al menos con los que estén bien arriba en ese bloque. La escenografía viste excelentemente.
Resumiendo, es de esperar que los puntajes les sumen lo suficiente para estar entre los cuatro primeros lugares, pero no es un show recomendable. Se lo pueden saltear definitivamente.
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